martes, 19 de febrero de 2008

Un delirio

Cayeron las alas de un ángel contra el cristal de mi ventana, y hasta ella llegaban los gritos de fiesta del cielo. Por fin, iban a saber allí arriba, lo que era el sexo.

1 comentarios:

resacosos dijo...

Aqui si no estamos hablando de follar no estamos contentos no. Un saludo desfrecuenciao.