PROXIMAMENTE....
ÑÑÑÑAJAJAJAJAJAAAA.


(Para una correcta lectura de... esto, hay que ponerse en situación. Imaginen a J.B (o sea, el que escribe), encerrado en su habitación, toda llena de discos y de libros en la que no cabe un alma, en una noche de tormenta, de esas de rayos y relámpagos, fuertes vientos y centellas, con una pequeña luz en la mesa, alumbrando lo sufieciente, y él, (es decir, yo), sentado frente al ordenador... y de repente... bruooomm (no, no era un trueno, es que se le ha escapado un pedete). Ahora sí, la ventana abierta, la persiana subida, y el destello de un relámpago que alumbra la habitación, y ahí comienza la risa, ÑÑÑÑAJAJAJAJAJAAAA.)